Cuando Shakira se suelta la melena no hay quien la pare. Después de lograr éxitos como Loba o el Waka Waka, la colombiana reaparece este otoño llena de energía para expresar que lo suyo no es un amor de verano.
Acaba de publicar su nuevo disco Sale el sol, y en una entrevista reciente a la revista GQ ha tenido palabras hasta para el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy: “Todos somos gitanos, y lo que le pasa ahora a ellos les pasará a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos”, explicó la cantante refiriéndose a la expulsión de los gitanos rumanos de Francia. “Yo creo que en un mundo como el de hoy, globalizado, sabemos qué le ocurre al vecino sin importar su condición, raza u origen”, concreta la colombiana como si estuviese interpretando la letra de Gypsy, junto a Rafa Nadal.
Shakira, de origen libanés e italiano, relata sus planes de futuro, que la mantendrán ocupada durante los próximos meses con su gira mundial: “Dicen que soy perfeccionista, pero lo interpreto de otra forma, más que perfeccionista soy una trabajadora muy devota”, asegura a la publicación. También habla del hambre voraz que le atormenta a todas horas: “Apenas me levanto, lo primero que hago es desayunar porque me despierto con un hambre de león, mejor de leona…”, cuenta como si de un triunfo se tratase.
Además, confiesa sus secretos para lograr la inspiración. Lee a Pablo Neruda, se apoya en el humor de Oliviero Girondo, en la densidad de Marguerite Yourcenar y en los bailes de Loie Fuller: “A mí me han amamantado con esos ritmos”, asegura. Desde aquí, apoyamos a Shakira en sus palabras, porque nadie por ser diferente en raza o nacionalidad, tiene que ser expulsado injustamente de ningun lado.
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